viernes, 21 de octubre de 2016

El sufrimiento doloroso

Queridos tod@s y cada uno, de vuelta con nuestra publicación semanal. ¿ De qué se trata esta vez? De un tema lleno de significado, un sujeto importante...

El sufrimiento
en relación con el dolor. Es lo que hace daño, lo que hace salir de nuestro estado de sueño, para ponernos en un estado de incomodidad corporal y/o psicológica, algo que sea pasado o que nos amenaza.

¿ Qué es sufrir?
En su cuerpo, su corazón, su espíritu. En el cuerpo: las pequeñas herridas diarias, de los dolores a las enfermedades crónicas, los dolores agudos a los lancinantes...
El camino del dolor es conocido como un mensaje nervioso enviado a partir de una lesión al cerebro donde realmente se hace dolor. Es transportado en vehículo así a lo largo de los nervios periféricos donde la intensidad es posiblemente modulada. Luego pasa por la médula espinal y llega por fin al cerebro (tálamo y corteza). 
¡ La buena noticia es que el organismo crea sus propias sustancias antidolor, llamadas morfinas naturales: endorfinas!
Cuando el espíritu y el cuerpo son atados, uno hace mal al otro, conectados como gemelos. Es un corazón a cuerpo donde el mental desempeña un papel importante. El cuerpo puede hacerse enfermo si el espíritu no se reposa...


¿ Hasta dónde podemos sufrir? ¿ Cómo sufrimos?
La actitud de cada uno hacia el dolor. La escala del dolor es codificada de forma diferente por cada persona. Soportamos más o menos bien las agresiones exteriores. Esto es debido a nuestro metabolismo, a las defensas establecidas para protegerse, sin duda depende también de los momentos de la vida (podemos ser más o menos vulnerables), de nuestra situación de vida, de nuestra higiene de vida, pero también de nuestra educación frente al dolor.


¿ Necesitamos sufrir? El sufrimiento es inherente al ser humano. 
En el hedonismo el bien y el mal residen en el placer y el dolor. Para los epicúreos, se trata más de prevenir el sufrimiento, la tranquilidad es sinónimo de felicidad. Y para el estoicismo, el control de sí mismo - hasta delante de los peores dolores- es solicitado.


¿ Por qué sufrir? 
El dolor es una señal de alarma. Pone en alerta y permite protegerse. Un estímulo desagradable provoca una reacción de defensa.
En la Biblia, el sufrimiento es atado al pecado original. El Hombre ha sido castigado por su culpa. Pero Jesús lo salva por su compasión ilimitada. Se entrega sobre la cruz para ganar el perdón.
Para los musulmanes, Dios dio el sufrimiento y también los medios para luchar contra: la oración y la medicina.
Y en las espiritualidades orientales, la espiritualidad permite librarse del dolor. 
El sufrimiento estaría como un pasaje en la vida del ser humano, está pasando en la existencia. Sin duda apreciamos mejor el día después de la noche, la alegría después de la pena, la salud después de la enfermedad, la calma después de la tempestad, la luz al cabo del túnel, la felicidad después de la desgracia. Todo es efímero.
Esto nos permite sentir como ser humano. Tener emociones, sentimientos. Las ganas de vivir, de avanzar.


¿ Quién sufre? Yo.
¿ Quién me hace sufrir? Imagino en el caso de un sufrimiento atado a un conflicto, por ejemplo. ¿ El otro? Reacciono a un estímulo exterior / interior. ¿ Realmente puedo hacer llevar a otro toda la carga? ¿ En cuál medida? YO siento el sufrimiento. "Acción:Reacción". La reacción es comprometida bajo el efecto de la emoción. ¿ Qué el otro tocó en mi que me hace reaccionar, reaccionar así? ¿ Qué me reenvía el otro que me hace daño, que me molesta, que me pone en peligro?
¿ Podemos no reaccionar? ¿ O reaccionar de otro modo? Es una práctica...
El sufrimiento sería debido a una insatisfacción fundamental engendrada por una negativa de ver la realidad tal que es (Budismo). Esta idea es fundamental para mí. Es el aprendizaje de vivir en el momento presente. 
En la depresión por ejemplo, se coloca un círculo vicioso que nos hace enfocarnos en lo que no va, lo que carece de nosotros, lo que no funciona como lo querríamos. Poco a poco nos hacemos como obseso por este aspecto negativo para no conseguir más animarse con las pequeñas felicidades diarias. Y se coloca una inercia. Y una tristeza crónica.


¿ Debemos aceptar el sufrimiento? ¿ O hacer nuestra vida una guerra infinita?
Mención especial a Atenea, diosa de la guerra justa.

¿ Que hacer de este sufrimiento? 

Debemos aprender a acogerlo. Luchar contra el negándolo,  sólo lo amplía.
Lo hacer consciente para que no se exprese de manera desviada, como la somatización. 
Aprender una lección, sin duda con la distancia, con el tiempo que nos hace relativizar. Contemplarlo como una experiencia de vida, una nueva piedra a nuestro edificio, un lugar por el cual somos ya pasados, el cual podrá servirnos en el futuro, o servir a alguien. 
Tratarlo luego, propondré siempre la meditación (ver mis publicaciones precedentes).
Transformarlo, sublimarlo: el Arte, las artes, el juego, la risa para dar algunas pistas.
Alejarse de objetos de sufrimiento si es insoportable. Todo no es aceptable. Persona, Entorno tóxicos, Placeres efímeros, camino que no es nuestro versus " ser masoquista " y quedarse por culpabilidad, vergüenza, miedo, una racionalización extrema... todos estos sentimientos que no nos sacan hacia arriba, que van en contra de nuestra belleza y dignidad humana. Esto no quiere decir que haya que negarla. Ya vimos que lo que es asfixiado acababa por gritar un bello día.

Compartir este dolor con otras personas para hacerlo más leve. 
Con un terapeuta también!



Hasta la proxima semana!

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